
Hay muchas mesas redondas en el mercado, pero yo me quedo con mi preferida: la mesa Noemi de SKLUM. Su diseño de cemento la convierten en una pieza única y sofisticada.
Sí, su precio es elevado, pero su versatilidad para adaptarse a diferentes estilos lo compensa.
Te lo demuestro:
Primero, en un estilo escandinavo, la mesa se suaviza con tonos claros y naturales. Una lámpara colgante beige, sillas de madera clara, y una alfombra geométrica en gris crean un espacio luminoso y funcional.
Para la mesa, vajilla blanca y manteles individuales en tonos neutros o lino natural completan el look, perfecto para quienes buscan simplicidad.
En el estilo industrial, el cemento destaca aún más con materiales oscuros y crudos.
Una lámpara metálica negra o bronce, sillas de cuero marrón y una alfombra en tonos oscuros aportan carácter.
En la mesa, vajilla negra mate y servilletas de tela gris o burdeos elevan el ambiente urbano y sofisticado.
Por último, un estilo ecléctico transforma el espacio con color y creatividad.
Una alfombra rosa llamativa, sillas en colores combinados como mostaza, turquesa y verde, y un cuadro vibrante en la pared llenan de energía el entorno.
En la mesa, opta por una vajilla de colores contrastantes, como platos en tonos coral o turquesa, copas de cristal tintado y servilletas estampadas.
Usa un mantel sencillo o déjala sin mantel para resaltar la textura del cemento.
La mesa Noemi demuestra que, con los complementos adecuados, un mismo mueble puede contar historias completamente diferentes.
¿Con cuál te quedas?